La leyenda de los afrodisíacos
Desde que el mundo es mundo siempre hemos tratado de utilizar los más diversos métodos para elevar nuestro apetito sexual, y uno de ellos, quizá el más usado, es la ingestión de ciertas sustancias, alimentos, o no, para lograrlo, los llamados afrodisíacos.
La ciencia no ha podido demostrar el poder erotizante de los afrodisíacos, y le han atribuido sus cualidades a las vitaminas y proteínas unido a la carga sugestiva de quien acude a dichas sustancias. Erotizantes o no los afrodisíacos son una constante en la historia de la raza humana, en alguno casos llegando a niveles absurdos, como en países donde creen que los cuernos pulverizados de los rinocerontes ELEVAN la virilidad, lo cual está sirviendo más para extinguir rinocerontes que para revivir muertos, dado que investigaciones realizadas prueban que la cuestión es pura imaginación.
La sugestión humana llega a considerar como afrodisíacos alimentos que solo por su olor o aspecto le recuerdan órganos genitales, tanto femeninos como masculinos, como es el caso de la berenjena, los espárragos, las ostras, almejas y moluscos en general. La lista de afrodisíacos es interminable: criadillas de toro, los sesos de gorrión, el ginseng, la sangre menstrual, drogas, especias como la canela, la vainilla, la nuez moscada…y pare de contar. También se han empleado sustancias de forma externa como afrodisíacos, como bálsamos y pomadas. Pero en ningún caso se han comprobado las cualidades autenticas afrodisíacas de alguna sustancia, entonces, creo que la mente humana es el verdadero, único e inmensamente potente afrodisíaco…
Desde que el mundo es mundo siempre hemos tratado de utilizar los más diversos métodos para elevar nuestro apetito sexual, y uno de ellos, quizá el más usado, es la ingestión de ciertas sustancias, alimentos, o no, para lograrlo, los llamados afrodisíacos.
La ciencia no ha podido demostrar el poder erotizante de los afrodisíacos, y le han atribuido sus cualidades a las vitaminas y proteínas unido a la carga sugestiva de quien acude a dichas sustancias. Erotizantes o no los afrodisíacos son una constante en la historia de la raza humana, en alguno casos llegando a niveles absurdos, como en países donde creen que los cuernos pulverizados de los rinocerontes ELEVAN la virilidad, lo cual está sirviendo más para extinguir rinocerontes que para revivir muertos, dado que investigaciones realizadas prueban que la cuestión es pura imaginación.

La sugestión humana llega a considerar como afrodisíacos alimentos que solo por su olor o aspecto le recuerdan órganos genitales, tanto femeninos como masculinos, como es el caso de la berenjena, los espárragos, las ostras, almejas y moluscos en general. La lista de afrodisíacos es interminable: criadillas de toro, los sesos de gorrión, el ginseng, la sangre menstrual, drogas, especias como la canela, la vainilla, la nuez moscada…y pare de contar. También se han empleado sustancias de forma externa como afrodisíacos, como bálsamos y pomadas. Pero en ningún caso se han comprobado las cualidades autenticas afrodisíacas de alguna sustancia, entonces, creo que la mente humana es el verdadero, único e inmensamente potente afrodisíaco…
Comentarios
beso.
Veo que eres de valencia, voy a poner un link tuyo en mi categoría de blogs de Valencia.
http://davidfalcon.blogspot.com/2004_08_17_davidfalcon_archive.html