El ultimo poema de amor

Esto quise dártelo, pero tus ojos no lo vieron, aunque se reflejaban en los míos...

Y me embriagaste con tu brisa
Certera como un disparo
Caliente como fogata

Ceñiste tu pecho al mío
Mientras pedías abrigo
Sellaste mi grito con un beso azul de tu boca
Brincó mi alma con tu risa,
Bella cual mediodía, y así sembraste
Lo que hace tanto yacía

El despertar, ayer fúnebre, se lleno de luz
Cambio el terremoto infinito de mi alma
Por la marea sabrosa de tu llegada
Y brille, y brillaste

En fuego nos fundimos, fríos como la niebla
Fugaces como tus ojos

Entré por tu vitral y te llevaste mi puerta.

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