Espero desde hace días que se me inunde el alma con un torrente celestial. Hoy el cielo vaticinaba una lluvia de las que quiero, bajé emocionada al encuentro con mi lluvia, pero no era ésta la noche, fue una suave llovizna la que me empapó, igual la disfruté. Las gotas me tocaron como un primer beso, sutilmente como si no quisieran mojarme, caminaba solitaria hasta que mis ojos me recordaron que la soledad es solo un espejismo, una mariposa, oscura como la noche, me invitó a ser una criatura más de su vuelo, de su lluvia y de su luna. La brisa me rozaba, y el frío me abrazaba, se me ocurrió encender un cigarrillo, bajo la lluvia… ¿Por qué no?, lo hice, yo que le daba vida, él que me la robaba y la lluvia que lo mataba, al fin sucumbió ante la lluvia, y quedamos solo la mariposa, el intento de lluvia y yo. Mi afición por la lluvia viene de mi infancia, como muchas de mis aficiones. El cielo me gritaba con sus luces de raticos que hoy no sería la noche en que una lluvia inclemente me lave las penas y me deje ligera…como su brisa.

Sé que el cielo me regalará la lluvia que quiero, ya llegará, como todo, llega cuando uno más lo necesita, y a veces, sin saber que lo desea.



Comentarios

Gabriel dijo…
Gracias por pasar por mi barco. Tu blog es también muy interesante y ameno.Te seguiré leyendo.
Gabriel dijo…
Yo blogeando y una Canelita que me lee !!!
me dijo…
La imagen me recuerda un documental que ví sobre woodstock69... pero con arena en vez de grama, sol tapado por nubes en vez de luna, un poco más de gente (como 450mil) y con una atmósfera más tóxica.
3 Days of Peace & Music

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