Ellos las prefieren cuaimas
Una vez escuche a un colombiano amigo quejarse a horrores de su novia, decía que las neogranadinas no le llegan ni por los pies a las venezolanas, en lo referente al cuaimatizmo, después de escucharlo como media hora quejándose de la susodicha, le pregunte, “entonces: ¿Qué haces tú con ella?”...a lo que me respondió, “pues que la amo, y no la dejo por nada”.
Así es, los hombres se quejan y se quejan de las cuaimas, pero así las prefieren. Una vez tuve un novio que se molestaba conmigo porque no lo celaba, definitivamente llegue a la conclusión de que al tipo le faltaba un fusible cuando un día me llamo y fue algo más o menos así:
RING
Rafael: mira voy a salir…
Canela: ok, dale, yo hoy no tengo muchas ganas de salir, estoy medio cansada, mañana hacemos algo…
Rafael: ummm ok…te llamo más tarde, cuando llegue a mi casa
Canela: mmm mi vida mejor no, tengo mucho sueño y lo más probable es que me acueste a dormir, tranquilo, cuídate, mosca por ahí, hablamos mañana, (proseguí con los respectivos cariñitos telefónicos “te quiero mucho” “que lindo eres” bla bla bla)
Rafael: ok…CHAO (esa despedida seca que te advierte que viene el palo de agua)
Fin de la primera llamada….
RING
Canela: dime mi vida
Rafael: Y ES QUE TU NO VAS A PREGUNTAR CON QUIEN VOY A SALIR YO???!!!
Canela: mmm con quien vas a salir?
Rafael: CON CHRISTIAN Y CON SU PRIMA Y OTRO PANA
Canela: (a estas alturas ya sabia por donde venia el cuento y solo quería estresarlo y con la voz más calmada del mundo le dije…) ahhh si, ella es bien chévere, simpática…
fin intempestivo de la segunda llamada
RING
Canela: Alo, mi vida que pasó? Se te corto la llamada?
Rafael: ay que ver que yo no te importo nada!, ni siquiera te importa con quien salgo, ni que voy hacer, ni nada!!! Tu definitivamente no me quieres!!!
Canela: ummm bueno mi vida, entonces, ¿por que mejor no vienes a mi casa y te quedas aquí un rato…?
Rafael: mmm no debería ir…pero bueno, estoy allá en 15 minutos
Ahora digo yo: ¿Quién los entiende?
Debo confesar que el cuaima se me desarrollo con los años…la que no sea cuaima o no haya actuado como tal, que tire la primera piedra.
Mi hermano, perro confesado, dice que si no lo celan no lo quieren, veo esa actitud en los hombres como uno de los rasgos más básicos y cavernícolas que aun conservan, es como ese deseo de ser idolatrados, lo ven como una muestra de cariño, la necesidad de ser necesitados y poseídos, por supuesto no hay que generalizar, hay algunos masculinos que ya han evolucionado y dejado esas estupideces detrás, pero todavía quedan bastantes especimenes con ese estilo, y usualmente son los más “perros”. Es una actitud tan incomprensible para mi, tentar a su pareja a que le cele, es como rozar los limites, tocarlos con la lengua a ver que emociones despiertan, sinceramente me parece un acto de inseguridad.
Aunque es cierto también, que el hecho de que te celen, hasta cierto punto, te da como un gustico, un saborcito, que te hace sentirte deseado. Pero todos los extremos son malos. Una persona excesivamente celosa, se vuelve fastidiosa, insoportable, los celos llegan a crear una barrera entre tú y es persona, algo que a la larga hace que te canses, te desesperes y desees salir corriendo de dicha relación.
Me consideraba una persona ajena totalmente del concepto de “celos” hasta que llegó esa situación en la que me provocaba ahorcar al susodicho y triturar en una licuadora a dicha damisela, ahí me descubrí celosa.
Los celos te ciegan, te hacen ver fantasmas, te vuelven paranoico, cuando por fin te vuelves atar a la cordura te das cuenta de lo irrazonable de tus pensamientos, e incoherente de la situación.
Ahora cuando me preguntan si soy celosa respondo: No sé si soy celosa, pero pendeja no soy…
Una vez escuche a un colombiano amigo quejarse a horrores de su novia, decía que las neogranadinas no le llegan ni por los pies a las venezolanas, en lo referente al cuaimatizmo, después de escucharlo como media hora quejándose de la susodicha, le pregunte, “entonces: ¿Qué haces tú con ella?”...a lo que me respondió, “pues que la amo, y no la dejo por nada”.
Así es, los hombres se quejan y se quejan de las cuaimas, pero así las prefieren. Una vez tuve un novio que se molestaba conmigo porque no lo celaba, definitivamente llegue a la conclusión de que al tipo le faltaba un fusible cuando un día me llamo y fue algo más o menos así:
RING
Rafael: mira voy a salir…
Canela: ok, dale, yo hoy no tengo muchas ganas de salir, estoy medio cansada, mañana hacemos algo…
Rafael: ummm ok…te llamo más tarde, cuando llegue a mi casa
Canela: mmm mi vida mejor no, tengo mucho sueño y lo más probable es que me acueste a dormir, tranquilo, cuídate, mosca por ahí, hablamos mañana, (proseguí con los respectivos cariñitos telefónicos “te quiero mucho” “que lindo eres” bla bla bla)
Rafael: ok…CHAO (esa despedida seca que te advierte que viene el palo de agua)
Fin de la primera llamada….
RING
Canela: dime mi vida
Rafael: Y ES QUE TU NO VAS A PREGUNTAR CON QUIEN VOY A SALIR YO???!!!
Canela: mmm con quien vas a salir?
Rafael: CON CHRISTIAN Y CON SU PRIMA Y OTRO PANA
Canela: (a estas alturas ya sabia por donde venia el cuento y solo quería estresarlo y con la voz más calmada del mundo le dije…) ahhh si, ella es bien chévere, simpática…
fin intempestivo de la segunda llamada
RING
Canela: Alo, mi vida que pasó? Se te corto la llamada?
Rafael: ay que ver que yo no te importo nada!, ni siquiera te importa con quien salgo, ni que voy hacer, ni nada!!! Tu definitivamente no me quieres!!!
Canela: ummm bueno mi vida, entonces, ¿por que mejor no vienes a mi casa y te quedas aquí un rato…?
Rafael: mmm no debería ir…pero bueno, estoy allá en 15 minutos
Ahora digo yo: ¿Quién los entiende?
Debo confesar que el cuaima se me desarrollo con los años…la que no sea cuaima o no haya actuado como tal, que tire la primera piedra.
Mi hermano, perro confesado, dice que si no lo celan no lo quieren, veo esa actitud en los hombres como uno de los rasgos más básicos y cavernícolas que aun conservan, es como ese deseo de ser idolatrados, lo ven como una muestra de cariño, la necesidad de ser necesitados y poseídos, por supuesto no hay que generalizar, hay algunos masculinos que ya han evolucionado y dejado esas estupideces detrás, pero todavía quedan bastantes especimenes con ese estilo, y usualmente son los más “perros”. Es una actitud tan incomprensible para mi, tentar a su pareja a que le cele, es como rozar los limites, tocarlos con la lengua a ver que emociones despiertan, sinceramente me parece un acto de inseguridad.
Aunque es cierto también, que el hecho de que te celen, hasta cierto punto, te da como un gustico, un saborcito, que te hace sentirte deseado. Pero todos los extremos son malos. Una persona excesivamente celosa, se vuelve fastidiosa, insoportable, los celos llegan a crear una barrera entre tú y es persona, algo que a la larga hace que te canses, te desesperes y desees salir corriendo de dicha relación.
Me consideraba una persona ajena totalmente del concepto de “celos” hasta que llegó esa situación en la que me provocaba ahorcar al susodicho y triturar en una licuadora a dicha damisela, ahí me descubrí celosa.
Los celos te ciegan, te hacen ver fantasmas, te vuelven paranoico, cuando por fin te vuelves atar a la cordura te das cuenta de lo irrazonable de tus pensamientos, e incoherente de la situación.
Ahora cuando me preguntan si soy celosa respondo: No sé si soy celosa, pero pendeja no soy…
Comentarios
¿Cuaima celosa? Les huyo. De veras.
normalmente soy adicta a la atención, pero celosa celosa... pues no creo, puedo llorrar escondidita de la rabia q algo me cause, pero no me gusta ponerme a dar películas de gratis en la calle...
besos amiga cuaima :-P