Del Gringo que se robó a un monaguillo II


A oscuras todo se ve mejor.

Carmen le dijo a su hija que lo mejor era salir de eso de una buena vez, el embarazo era inevitable, pero quizá Patricia podía escaparse del dolor, del guayabo y de tanto llanto injustificado. Encerrarla en una habitación con el gringo y que tirasen hasta que el bebe estuviese procreado, era para Carmen la solución más sana, y lo más práctico si vamos al caso. Patricia seguía hablando incesantemente, pero Carmen no podía escucharla.

Carmen se dirigió a la mesa del gringo y le dijo:

No puedo pedirte que te vayas, porque el destino está empeñado en joder a mi hija, y yo no soy más fuerte que el destino, pero quiero a mi hija así que haremos lo más sano para ti y para ella. Vamos apurar al destino. Ven conmigo.

El gringo estaba enredado, no entendía nada, y mientras trataba de entender la señora le tomo por la mano y lo llevó al almacén del fondo. Lo dejó ahí y luego llegó con una mujer.

La madre le dijo a su hija:

Yo sé que tu crees que estoy loca, y si, quizá si, pero en este mundo no hay nadie que te quiera más que yo que te parí, así que por favor, yo no te pido muchas cosas, y nunca te he obligado a nada, ¿podrías hacer esto por mi? Confía, es lo mejor.

La hija, ahora más intrigada que confiada se dejó guiar hasta la habitación donde estaba el gringo.

Encerrados y viéndose por primera vez en un cuarto oscuro, no entendían nada. Ella se sentó en una esquina, olía a clavo y vainilla.

Comentarios

Daniel dijo…
Te gusta dejar en ascuas, no?
jeje
Anónimo dijo…
coooño pon el siguiente capitulo nojoda!!!! se la cogio o no??
ela dijo…
mija pero tu si eres vulgar y vasta. mis cojones esperate!
Unknown dijo…
trabajando la intriga!!! .. me gusta!... igual con o sin intriga de por medio no pierdo de vista tu blog!... es buenísimo!

Entradas más populares de este blog