El resto es práctica y ensayo
Para que el resultado seas tú

Que bailen, que dancen
Que rían y gocen
Yo seguiré esperando por mi silla de ruedas
Mientras me alimento de la mirada fugaz
De la caricia palpitante
Del sonido suave que se columpia y me columpia

Porque con la cualidad inequívoca de pertenecer a la tierra
Viene la inequívoca naturaleza de necesitar una silla de ruedas
No, no es ninguna silla de ruedas, porque sería esperar lo roto, la génesis está mal
Mi culpa es esperar una silla de ruedas sin pretender siquiera un par de zapatos
Lo ideal sería desear alas.

O quizá sólo te veo, a ti, al hoy, como una silla de ruedas.

En este mundo no se es nada sin amor.
Ni siquiera partícula, ni siquiera espacio, ni siquiera desperdicio, porque la nada no se desperdicia.

Los solitarios no existen. Y que no se atreva nadie a decirme lo contrario.

Comentarios

Daniel dijo…
con el último verso es casi imposible que alguien se atreva a refutarte...
Si quieres alas, tendrás alas. No busques silla de ruedas.
ela dijo…
querer no es poder.

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