El grito de una garganta adolorida No creo en ninguna religión, tengo fe y creo en mi Dios. No creo en feminismo, no creo en machismo, creo en el amor. No creo en negros, blancos, chinos, europeos, indios, creo en la humanidad. No creo en límites, fronteras, banderas, naciones, creo en el mundo. No creo que tengamos el poder, ni la facultad, ni la atribución de juzgar a otros, creo que todos somos hermanos. No creo en copeyanos, no creo en adecos, no creo en chavistas, no creo en oposición ni en revolución, creo en Venezuela. En mi blog no toco muchos temas, a pesar de que me gusten y me interesen. En mi blog no hay política porque no me gusta la política, y esto no quiere decir que no me interese. Para mí hablar de política es gritar con la garganta adolorida. Este es mi espacio, lo hago por satisfacerme, el día que postee con la intención de satisfacer a terceros, ese día dejara de existir Hedonista Reprimida en busca del Nirvana. La foto lo tome de http://tintapermanente.blogs.sapo.
La Leyenda del colibrí de Gastón Figueira (Uruguayo) Flor – una hermosa india de grandes ojos negros – amaba a un joven indio llamado Agil. Éste pertenecía a una tribu enemiga y, por tanto, sólo podían verse a escondidas. Al atardecer, cuando el sol en el horizonte arde como una inmensa ascua, los dos novios se reunían en un pequeño bosque, junto a un arroyo juguetón, que ponía un reflejo plateado en la penumbra verde. Los dos jóvenes podían verse sólo unos minutos, pues de lo contrario despertarían las sospechas de la tribu de Flor. Una amiga de ésta – una amiga fea, odiosa – descubrió un día el secreto de la joven y se apresuró a comunicárselo al jefe de la tribu. Y Flor no pudo ver más a Agil. La Luna, que conocía la pena del indio enamorado, le dijo una noche: - Ayer vi a Flor que lloraba amargamente, pues la quieren hacer casar con un indio de su tribu. Desesperada pedía a Tupá que le quitara la vida, que hiciera cualquier cosa con tal de librarla de aquella boda terrible. Tupá oy
... Del Gringo que se robó a un monaguillo II A oscuras todo se ve mejor. Carmen le dijo a su hija que lo mejor era salir de eso de una buena vez, el embarazo era inevitable, pero quizá Patricia podía escaparse del dolor, del guayabo y de tanto llanto injustificado. Encerrarla en una habitación con el gringo y que tirasen hasta que el bebe estuviese procreado, era para Carmen la solución más sana, y lo más práctico si vamos al caso. Patricia seguía hablando incesantemente, pero Carmen no podía escucharla. Carmen se dirigió a la mesa del gringo y le dijo: No puedo pedirte que te vayas, porque el destino está empeñado en joder a mi hija, y yo no soy más fuerte que el destino, pero quiero a mi hija así que haremos lo más sano para ti y para ella. Vamos apurar al destino. Ven conmigo. El gringo estaba enredado, no entendía nada, y mientras trataba de entender la señora le tomo por la mano y lo llevó al almacén del fondo. Lo dejó ahí y luego llegó con una mujer. La madre le dijo a su hija
Comentarios
@---)---
Que la pases muy bien!
@---)---
Feliz día mi querida amiga internauta...
Espero que pases un muy buen cumpleaños en compañia de la familia y los panas (si es tu gusto).
Un Abrazo!
Espero que la pases bien, disfruta mucho....