Cuando es no es no

Hoy me di cuenta de que cuando las cosas no se tienen que dar, no se van a dar, no importa cuanto uno trate de voltear, torcer y exprimir el destino, si Dios (el otro, el que no es Google) no quiere que se den, pos no se van a dar. Es increíble, salí con todas las ganas de hacer algo (mejor no cuento que), y quien me conoce sabe que soy insistente, al punto quizás de volverme fastidiosa, pero no, no, no y no, a una hora ya avanzada, después de agotar todos mis recursos decidí irme vencida y con el rabo entre las patas a mi casa, derrotada, con el deseo intacto pero las ganas agotadas. Entonces, así termino mi noche, escribiendo un aburrido post de lo que pudo ser. Quería consumar este impulso, volverme loca por un instante, mandar todo al demonio y entregarme a mis deseos, pero no, no es no.