Volteandole la tortilla al "Galanazo"




Existen ciertos tipos de hombres que suelen ser muy “lanzados” por así decirlo con las mujeres. Este espécimen abunda en lugares nocturnos donde se les reconoce fácilmente porque son esos tipos pegajosos con cara de golosos que de repente sin permiso ni aviso se creen con derecho de ponerse a bailar contigo sin razón aparente más que la de que ellos tienen ganas de bailar, y como tu estás ahí, pues se imaginan que quieres bailar también, y en su mente básica y primaria suman 1+1=2, y así empiezan a contonear sus generalmente feos cuerpos a el tuyo con la certeza de que tu sonreirás y bailaras encantada con ellos y al llegar a tu casa le agradecerás a papá Dios por haberte regalado tal galanazo. Pues este tipo de galanazos se sorprenderá al saber que son usualmente los más indeseables entre las féminas, quienes usualmente tomamos dos posiciones, o los ignoramos descaradamente, lo que parece elevar sus ganas de pavonearse, o cohibirnos totalmente y esperar que una amiga venga en nuestro rescate con alguna mala excusa.

Hice un experimento: voltearles la tortilla!, así pase de ser la intimidada a ser la intimidante, y no digo que lo intimidé utilizando sus métodos (léase los pasos fogosos de lambada que acostumbran usar), todo lo contrario adopte la pose de espectadora. Justo cuando se acercó y empezó a llegarme el olor del sudor, le dije que al día siguiente me casaba y que si podía regalarme un baile, el galanazo aceptó de inmediato pensando que yo bailaría y me contornearía con él, pues cuando se vio en el circulo de mujeres que le demandaban pasos de baile uno más degradante que el otro huyo despavorido. Fin del cuento, muerto el Galanazo. (jeje)

Comentarios

administrador dijo…
Toma! "galanazo"....hehehehe!!! de pana que no suelo ser así todo zumbado, pero creo que si un día me hicieran una rueda de mujeres tendría que responder como la situación lo amerite, eso es ponerme a bailar....que de otra tendría?.

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