Polvo de letras

No terminaba de resolver una frase célebre en lo que entró Susana. De sus tobillos se elevaba una pierna torneada en caramelo y arena. Su vientre cubierto de una pelucita de melocotón y e cuello delgado, desnudo al aliento, le recordaba a Boris unos mordiscos y unos quejidos de no sé dónde. Las horas cubrían a Susana de un halo irresistible, su cuerpo todo era una invitación al suicidio. Aspiró profundo, clavó sus dedos y hondas pulsaciones la hacían corcovear. Boris sintió como ella agarraba su daga, la manipulaba con experiencia y habilidad ajustando la goma de ese cohete a punto de estallar. Segura y entregada, ella palpó el abdomen definido y agitado de quien tenía entre sus piernas. Cuando las agujas ya habían retomado su nivel, Boris trató de recordar lo que estaba pensando al comienzo de la noche. Sólo llegaron unos retazos de frases y oraciones porque los mejores diálogos nunca los decimos y es mejor dejarse pasar de las palabras a los hechos.

Elí Bravo…si, Elí Bravo

Espero que lo disfruten tanto como yo…

Comentarios

Buttercup dijo…
Qué cierto es que los mejores diálogos nunca los decimos, al menos en voz alta.
Anónimo dijo…
Que buen texto vale, profundo, es una manera de expresar cosas intensas a base de comparaciones, lo bueno fue que hasta que exploto ese cohete (como dice allí) no tuvieron necesidad de cruzar palabras, claro que lo disfrute como tu, en mi caso lo lei dos veces mientras me fumaba un cigarro, besos corazón.
Anónimo dijo…
Que buen texto vale, profundo, es una manera de expresar cosas intensas a base de comparaciones, lo bueno fue que hasta que exploto ese cohete (como dice allí) no tuvieron necesidad de cruzar palabras, claro que lo disfrute como tu, en mi caso lo lei dos veces mientras me fumaba un cigarro, besos corazón.
Protheus dijo…
Dos cosas: a los hombres, conforme pasa el tiempo, una desconocida se nos hace más interesante; a las damas, les ocurre lo contrario con nosotros; es por ello que debemos actuar, y rápido. Otra cosa: un hombre de hablar directo, ronco y contínuo, es mucho más atractivo que uno callado o de voz desagradable al oído; el número de palabras importa más que el contenido. A los hombres... nos gustan ustedes hablen o no.
ela dijo…
Si, es verdad lo que dices, pero hasta cierto punto dado que no me gusta generalizar...Esto de ser parlanchin o no, creo que son de esas cualidades que van más alla de pertenecer a los hombres o a la mujeres, creo que es cuestión de gustos. A mi por ejemplo me gusta una persona con un toque de misterio pero a la vez que sepa desenvolverse con las palabras, capaz de entablar una agradable conversación...saludos!

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