Prefiero sentirme humana bajo el sentimiento de la desdicha que estar en la aparente tranquilidad que me brinda un corazón vació. Prefiero las lágrimas que derraman unos ojos llenos de dolor a una mirada inerte que se pierde en el espacio, más que esto prefiero la alegría que me invade el alma cuando se llena de ese sentimiento extraño que algunos llamamos amor, si las lagrimas y la desdicha es el precio que debo pagar para que mi corazón lata por unos instantes mientras está bajo el hechizo de algún otro individuo, lo pagaré con gusto, lloraré con gusto, la tristeza con gusto, porque sé que con eso tengo mucho más que muchos. Y no es éste el sentido de la vida? Venimos a este mundo a llenarnos de emociones, algunas falsas otras verdaderas, pero emociones que aunque sean una quimera nos venden momentos de una felicidad exquisita donde sientes que naces de nuevo, sientes cada órgano de tu cuerpo vibrar con más fuerza, ríos de sangre inundados de vida pasan por todo tu cuerpo, el cuerpo entra en un nivel tal que sientes que un pequeño roce con el encantador fuese un estallido eléctrico que te rodea completamente, la transpiración se hace venenosa, una poción fatal que te mata y te revive, el tiempo se puede convertir en un aliado o un enemigo, las horas lejanas se vuelven torturadoras y los minutos cercanos grandiosos.


Como valoras lo bueno sin lo malo?, son complementarios lo bueno y lo malo, lo bueno nunca seria bueno sin lo malo. La felicidad no seria lo que es sin la tristeza.

Los recuerdos se vuelven realidad y fantasía. Que puedo hacer?, Sumergirme en la realidad o ahogarme en la fantasía?, depende de que tenga ganas ese día. La realidad es a largo plazo más saludable, pero la fantasía me hace olvidar por instante lo amargo del desamor, pero es maligna, hace que te aferres a un sentimiento que debe acabar. El tiempo será mi verdugo o mi salvador.

Quien te ha concedido el poder para obligarme a no quererte más?



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